El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) derogó una normativa de 1935 que regulaba la exportación de hortalizas frescas, eliminando así exigencias sobre empaque, tipificación e inspecciones que ya no se ajustaban a los métodos actuales de comercialización.
Esta medida busca modernizar y facilitar la operatoria del sector, quitando trabas que limitaban su competitividad en el comercio exterior, ya que la reglamentación respondía a un marco legal que había quedado obsoleto.
El ministro Federico Sturzenegger destacó que esta decisión se enmarca en una transformación profunda del SENASA, enfocando su rol exclusivamente en la fiscalización sanitaria para prevenir plagas e infecciones, dejando en manos del mercado la validación de la calidad y procesos productivos.
«Seguiremos en los próximos meses con el resto de las actividades progresivamente y sin pausa. Literalmente dejamos de molestar al productor en las cosas que el productor debe resolver por si mismo y concentramos la tarea en donde hay un valor útil de la supervisión estatal», indicó Sturzenegger en X.



