En el sur de Tucumán, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) promovió la adopción del sistema de cama profunda para el engorde de capones en granjas porcinas.
Esta tecnología, de bajo costo, mejora la eficiencia productiva y reduce el impacto ambiental, siendo adecuada para pequeñas y medianas explotaciones. Consiste en galpones con piso de tierra y una cama de residuos vegetales como rastrojos o malhoja, que absorben desechos y pueden convertirse en compost.
Ensayos demostraron su viabilidad, con baja mortalidad (<1,5%) y sin signos de estrés en los animales. La iniciativa busca aprovechar insumos locales y responder a la creciente demanda regional de capones.