El Fondo Monetario Internacional (FMI) espera que las reservas de la Argentina en culminen negativas en US$ 2.600 millones en lugar del objetivo previo de US$ 2.400 millones positivos. Para fines de 2026, la meta pasa de US$ 10.400 millones a US$ 8.400 millones positivos. A su vez, se mantiene la meta de US$ 22.900 millones positivos para 2027, trasladando el mayor esfuerzo al final del mandato de Javier Milei.
El FMI justificó la flexibilización por la implementación de “medidas correctivas” y una nueva estrategia de compra de divisas que incluirá la privatización de empresas públicas, emisión de bonos y apoyo de acreedores oficiales. También modificó el calendario de revisiones: la próxima será en enero de 2026.
Aunque Argentina incumplió la meta de reservas en junio, alcanzó otros objetivos fiscales y monetarios clave. El organismo destacó un comienzo sólido del programa, aunque advirtió sobre riesgos como la volatilidad electoral, la dependencia de capitales especulativos y el riesgo de desequilibrios macroeconómicos.
También, el FMI respaldó el rol del Tesoro en la acumulación de reservas y pidió un Banco Central más activo, con referencia a modelos de Chile, México y Colombia. Además, recomendó endurecer la política fiscal, permitir ajustes del tipo de cambio y liberar gradualmente los controles cambiarios para sostener la estabilidad.



