El precio de exportación del trigo argentino ha experimentado una disminución significativa en los últimos meses, debido a la menor incertidumbre geopolítica y la recuperación de la producción rusa, analizan desde la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
La cosecha mundial de trigo se espera que se contraiga por primera vez en cuatro años. La guerra en Ucrania, el principal productor de trigo del mundo, ha provocado una disminución significativa de la producción de ese país. Además, las sequías en otros países productores, como Estados Unidos y Canadá, también han contribuido a reducir la oferta global.
Rusia, el principal exportador mundial de trigo, está recuperando su participación en el mercado internacional. Tras el inicio de la guerra en Ucrania, las exportaciones de trigo ruso se vieron afectadas por las sanciones internacionales. Sin embargo, estas sanciones han sido parcialmente levantadas, lo que ha permitido a Rusia reanudar sus exportaciones.
Ucrania, el segundo exportador mundial de trigo, está exportando trigo a través del puerto rumano de Constanza. Si bien la guerra ha dificultado las exportaciones de trigo ucraniano a través de sus puertos marítimos tradicionales, Ucrania ha logrado exportar trigo a través del puerto rumano de Constanza.
Como resultado de esta caída de precios, el trigo argentino se ha vuelto el más competitivo en términos de precios de exportación, en comparación con otros países productores. Esto se debe a que la producción argentina de trigo se espera que aumente un 31% en la campaña 2023/24, alcanzando un total de 14,5 millones de toneladas.
Sin embargo, las exportaciones de trigo argentinas esperadas para este ciclo son de 9,5 millones de toneladas, lo que representa un aumento del 31% respecto a la campaña anterior. Para cumplir con estas estimaciones, la exportación debería comprometer 3,2 millones de toneladas más.
Hasta el momento, las exportaciones de trigo argentinas han sido bajas, con solo 900.000 toneladas embarcadas en diciembre.