En la segunda campaña de vacunación contra la fiebre aftosa de 2023, los datos parciales indican que la caída en la cantidad de terneros logrados debido a la sequía del año pasado no es tan pronunciada como se esperaba, de acuerdo a último informe de
Rosgan.
Aunque las cifras son más moderadas, se anticipa una zafra de terneros inferior al ciclo anterior, que superó los 15,1 millones de cabezas. El cambio climático y las nuevas expectativas en el negocio ganadero, junto con estrategias de retención de hacienda por parte de los productores, modificarán la dinámica comercial de la campaña actual.
En comparación con el año pasado, cuando la sequía llevó a anticipar destetes y reducir la carga de animales en los campos, la situación actual es diferente.
Con campos más desarrollados en forraje y vacas en mejor condición corporal, muchos productores buscarán retener más hacienda para lograr una invernada más pesada. Según datos de SENASA, en enero de este año salieron de los campos 512,538 terneros, un 14% menos que en enero pasado, indicando una disminución en la movilización de animales.
Además, se observa una menor cantidad de animales ingresando a los feedlots en enero, mostrando una recomposición de los sistemas pastoriles en relación con los corrales. Aunque la intensificación de las recrías e invernadas pastoriles puede contribuir al aumento de la producción de animales más pesados, se prevén desajustes transitorios en el flujo de oferta ganadera.
La relación entre traslados totales a invernada y a feedlots sugiere una interrupción en la tendencia de aumentar las invernadas a campo debido a la disminución de la oferta forrajera en los últimos dos años. Se espera un mercado más receptivo para la invernada, mientras que el mercado de animales gordos podría demandar más tiempo para asimilar incrementos de precios.