El anuncio del gobierno argentino de la implementación del impuesto PAIS del 7,5% a las importaciones impactó en el mercado de los fertilizantes, no tanto por el alza puntual de los costos en esta oportunidad sino porque esto se suma a una serie de costos
extra que ya vienen generando inconvenientes.
Sin embargo, Gustavo Churin, presidente de Ingeniería Fertilizantes, explicó a la Agencia Safras que el mayor problema no es tanto el alza de costos sino el freno a las importaciones que actualmente rige.
Indicó que en los nitrogenados, el alza del 7,5% fue aplicado directamente a precio y que se mezcló en parte con el precio de la urea. «Si se considera solo al 7,5% no veo que es algo que vaya a afectar mucho al productor si los cultivos vienen bien, con buenas condiciones, el productor seguirá fertilizando», sostuvo.
Retomando sobre el freno a las importaciones, Churin indica que el nitrógeno será el más afectado, y advierte que está situación traerá un fuerte impacto en la campaña gruesa dado que Argentina consume 2,5 millones de toneladas de urea en el año, de los cuales 800 mil toneladas se despacha al mercado en el primer semestre del año (33%) y 1,7 millones de toneladas quedan para despachar en la segunda parte del año (76%).
«De lo necesario para el segundo semestre se habría comprado a lo sumo el 10%. Con lo cual, dependemos de una mayor fluidez de las importaciones para asegurar las necesidades de consumo y que no se vea afectado el rendimiento de los cultivos por falta de fertilización nitrogenada», explicó Ingeniería en Fertilizantes.
De un aproximado de entre 24/27 barcos que deberían ingresar desde julio hasta diciembre con nitrógeno, solo hay confirmados 3 barcos a principios de agosto. «Va a ver un faltante importante en nitrógeno. Y el fosforo será un problema similar», agregó Churin.
IF explicó en informe que teniendo en cuenta que las importaciones del primer semestre representan normalmente el 30%-40% de las importaciones totales, la disponibilidad de productos de cara la siembra gruesa va a ser un tema estratégico y con un posible impacto en la cosecha gruesa 23/24.
Consultado sobre cómo pueden afectar estos faltantes a la campaña gruesa, el especialista sostuvo que los productores sembrarán igual, harán uso de mayor tecnología para buscar opciones pero entrará en juego un óptimo estado de los cultivos y buenas condiciones climáticas para no sentir el efecto del faltante.
Churin sostiene que el mayor problema para este mercado es la incertidumbre a largo plazo, elecciones de por medio. Recomendó que ante este escenario, los productores compren fertilizantes y cierren las operaciones para poder asegurarse todo lo que puedan para la campaña gruesa.
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