El Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó un nuevo acuerdo con Argentina bajo el Servicio Ampliado del Fondo (SAF) por un total de aproximadamente US$ 20.000 millones de dólares, con un primer desembolso inmediato de US$ 12.000 millones y revisiones periódicas a lo largo de los próximos cuatro años.
Esta decisión responde a una solicitud del gobierno argentino, que busca apoyo financiero para consolidar los avances iniciales en estabilización económica, al tiempo que enfrenta una situación aún frágil en su balanza de pagos y elevados riesgos externos e internos.
La primera revisión será el 15 de junio de 2025 y promete un desembolso de US$ 2.028 millones. Luego, seguirá otra revisión el 15 de noviembre de 2025 por un desembolso de US$ 1.012 millones.
Desde 2026, las revisiones serán semestrales para los meses de mayo y noviembre, con desembolsos pactados por US$ 723 millones. El programa finaliza en marzo de 2029.
El nuevo acuerdo respalda las reformas ya implementadas por el gobierno de Javier Milei, como un fuerte ajuste fiscal, una gran devaluación inicial, una política monetaria contractiva y un proceso de desregulación.
Sin embargo, el FMI advierte que los desafíos siguen siendo importantes: las reservas externas aún son bajas, la inflación se mantiene alta y hay numerosos obstáculos estructurales que dificultan la inversión, el empleo y el crecimiento.
Además, se prevé una profunda agenda de reformas estructurales que abarcan desde la flexibilización de mercados laborales y de productos, hasta la reducción del tamaño del Estado, pasando por mejoras en la gobernanza, la transparencia y la lucha contra la corrupción.
En el ámbito fiscal, el gobierno argentino trabaja en una Ley de Responsabilidad Fiscal con un objetivo de déficit cero para diciembre de 2026, además de una reforma tributaria que se presentará ante el FMI en diciembre de 2025 y al Congreso en 2026.
También se espera una reforma en el sistema de coparticipación federal. En cuanto a proyecciones económicas, se espera que en 2027, el Producto Bruto Interno (PBI) de Argentina crezca un 4%, con una inflación de 7,5%. Para 2028, se prevé un crecimiento del 3,2% del PBI, con la misma tasa de inflación, mientras que para 2029, se estima una inflación del 7,5% y un crecimiento del 3,1% del PBI.
En el plano fiscal, se busca alcanzar un superávit primario de 2,5% del PIB a mediano plazo, con reformas que apuntan a reducir impuestos distorsivos y mejorar la administración tributaria y aduanera. También se impulsará una reforma del sistema de coparticipación de impuestos, y se avanzará en la reforma previsional para mejorar la equidad y la sostenibilidad del sistema. En el sector energético, se continuará con el proceso de eliminación de subsidios y se simplificará el esquema de tarifas.
Además, se espera que el programa facilite el regreso de Argentina a los mercados internacionales de capital para 2026 y catalice financiamiento adicional de organismos multilaterales como el Banco Mundial y el BID.
