La situación de Argentina sobre el mercado ganadero apunta a un amplio descarte de matrices, debido a cuestiones climáticas sumado a las incertidumbres en torno a la política y la economía local que llevaron a una reducción significativa de las inversiones
dentro del sector ganadero. El descarte de matrices es consecuencia de esta combinación de factores, el clima que afectó la tasa de gestación y cuestiones políticas que agregaron imprevisibilidad a esta cadena productiva, indicaron analistas de Safras & Mercado.
Según datos del gobierno, de enero a septiembre se faenaron alrededor de 2,8 millones de vacas, en el mismo período del año pasado se faenaron alrededor de 2,39 millones de cabezas.
De manera simplificada, el descarte de matrices tiende a producir impactos en el mediano y largo plazo, básicamente en un momento dado el ritmo de natalidad no acompañará la demanda por animales de reposición, aumentando la propensión a reajustes a lo largo de la cadena productiva.
Para los importadores de carne vacuna, especialmente los chinos, entender que las cuestiones inherentes al ciclo ganadero tienden a impactar la oferta futura de carne vacuna en dos proveedores relevantes del producto, Brasil y Argentina.
Finalmente, en el caso de Argentina el informe destaca que la cuestión política genera gran ansiedad en el sector productivo, que necesita una política económica sólida, con capacidad de controlar la inflación, además de ofrecer mejores condiciones de empleo e ingresos. En este sentido, las elecciones previstas para octubre son un factor determinante para cualquier cadena productiva. Incluida la cadena de la carne. Otro aspecto para mencionar es la situación climática, como es lógico, el fenómeno climático de El Niño ofrece perspectivas de mejores precipitaciones, especialmente para Argentina.