La cosecha de soja está comenzando en Argentina, tras una campaña 2022/23 complicada tras las olas de calor, la sequía extrema y las inesperadas heladas. En medio a los recortes productivos, los productores comenzaron a alertar sobre la calidad del grano de
soja que se está cosechando en donde aparecen los impactos de la falta de lluvia, y se presentan en mayores cantidades que lo habitual, granos quemados y granos verdes.
De acuerdo con el analista de SAFRAS & Mercado, Bruno Todone, las principales aceiteras y/o los principales actores de la industria, han elevado el porcentaje de aceptación ya que de no mostrar una flexibilización, no podrían acceder a la materia prima. Todone recuerda también el lento avance de comercialización que se viene experimentando en este ultimo tiempo por la gran brecha cambiaria que sufren los productores.
Según la actual norma de calidad para la comercialización de soja de la Bolsa de Comercio de Rosario, que data del 2019 la tolerancia para granos verdes era de hasta 10% mientras que la tolerancia de granos dañados era de 5,0%.
Sin embargo, dada la díficil campaña estos valores comenzaron a cambiar. El Ingeniero Agrónomo Guillermo Allo publicó en Twitter un resumen de los actuales recibos, con fecha al 28 de marzo, de las principales empresas del sector: Dreyfus acepta granos dañados hasta 15% y grano verde hasta 20%; Terminal 6 acepta grano dañado 15% y grano verde 30%; Renova acepta grano añado 25% y grano verde 40%.
De otro lado, Molinos Agro acepta grano dañado 50% y grano verde un 60% mientras que Cargil Alvear acepta grano dañado 8% y grano verde en 20%. Bunge PGSM acepta 15% de grano dañado y 15% de grano verde.
Julieta Marino / Agencia CMA Safras