Según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, la campaña 2022/23 de trigo en Argentina finaliza con 8,1 millones de toneladas (mi ton) por debajo del escenario inicial de lanzamiento, debido a la falta de lluvias sobre gran parte del área agrícola y las mermas generadas por las heladas reiteradas en estadios críticos. Por otra parte, se sembraron 6,1 millones de hectáreas (mi ha), la superficie más baja desde la campaña 2017/18.
Ante la campaña anterior, la siembra disminuyó -9%. Respecto al promedio de los últimos cinco años, cayó -3,8%.
En términos regionales, las mayores caídas interanuales del área fueron reportadas sobre el NOA, Centro-Norte de Córdoba y Santa Fe y Sur de Córdoba. donde la siembra dejó apenas unas 600 mi ha fuera de la campaña 2022/23.
La producción nacional se ubica en 12,4 mi ton, la más baja desde la campaña 2015/16, ubicándose 10 mi ton por debajo del anterior ciclo productivo y casi 6,6 mi ton por debajo a la producción promedio de las últimas cinco campañas.
El rinde promedio nacional fue de 22,8 qq/Ha, una caída interanual de -34,5% y de 26,6% respecto al rendimiento promedio de las últimas 5 campañas y el más bajo desde la campaña 2008/09.
La cotización del trigo se mantiene en niveles elevados (+29% i.a.). Sin embargo, la significativa reducción de las cantidades producidas (-45% i.a.) generarían un aporte a la economía de US$ 3.700 millones en el 2023, un 36% por debajo del valor récord del año pasado. Además, generaría exportaciones por US$ 2.300 millones (-55% i.a.) y aportaría US$ 1.000 millones en recaudación
fiscal (-33% i.a.).