El ambiente delimitado para la ganadería de corte en Argentina aún está permeado por grandes incertidumbres político económicas. La proximidad de las elecciones ha aumentado la imprevisibilidad, lo que lleva al sector productivo a reducir inversiones, a la espera de posiciones más concretas para efectivamente posicionarse en el mercado, según informe de Safras & Mercado.
Según se explica, la situación en Argentina es preocupante, ya que, ante la imprevisibilidad, los ganaderos locales han estado ofreciendo más hembras para faenar. Según datos del gobierno, ya representan casi el 50% del volumen de animales faenados en el país. Con esto, se suspenden nuevas inversiones hasta que haya mayor previsibilidad de las variables económicas. Analistas explicaron que la decisión del gobierno de limitar la faena de bovinos para la industria frigorífica de exportación es una medida que intenta contener el descarte de matrices, limitando los impactos de esta estrategia en el mediano y largo plazo. La reducción de las inversiones
sectoriales provocará sin duda una caída de la productividad media de la ganadería vacuna local en los próximos años.
De enero a agosto 2023 se faenaron alrededor de 2,5 millones de vacas, mientras que en el mismo período del año pasado se faenaron alrededor de 2,1 millones de cabezas.
«Esta diferencia de aproximadamente 380 mil cabezas no es despreciable, y a que este análisis no tiene en cuenta las faenas no inspeccionadas, que según las informaciones son muy superiores a las cifras oficiales, que el gobierno publica periódicamente. No es casualidad que este gran descarte de matrices apunte para un 2024 y 2025 de reducción del ganado bovino en Argentina», indica el
reporte.
Con todo, el mercado entrará en un período de mayor propensión a reajustes debido a una oferta más restringida. Independientemente del vencedor de la disputa electoral, el nuevo presidente deberá prestar especial atención al sector, con medidas que fomenten un aumento de la productividad media.