Los analistas de BTG Pactual consideran que el programa de Argentina con el Fondo Monetario Internacional (FMI) tuvo un buen inicio, con avances en disciplina fiscal, reducción de inflación y la transición hacia un régimen cambiario más flexible. A pesar de estos progresos, permanecen desafíos importantes.
En particular, se incumplió el objetivo de acumulación de reservas en junio por más de US$ 3.500 millones, lo que llevó a un ajuste a la baja en las metas, reduciendo la exigencia para diciembre en US$ 6.500 millones, aunque el FMI espera que Argentina alcance el objetivo final para 2027.
En este contexto, el BCRA debería asumir un papel más activo y previsible en la compra de divisas para apoyar las reservas. En materia de política monetaria, el FMI reclama mayor claridad y ajustes para el mediano plazo, destacando la volatilidad en las tasas de interés y tipo de cambio de la actual estrategia. Recomienda mantener condiciones monetarias estrictas y mejorar la gestión de liquidez.
«El programa con el FMI avanza pero sigue habiendo riesgos relevantes, especialmente en la acumulación de reservas y el marco monetario. La estabilidad cambiaria reciente es un signo positivo, pero será fundamental ajustar las políticas y acelerar reformas tras las elecciones para sostener la recuperación económica y cumplir con las metas pactadas con el Fondo», indica el informe.



