Los demócratas de Estados Unidos eligieron la salud como bandera central en el pulso con los republicanos sobre la paralización del gobierno, que ya entra en su tercer día. Mientras el presidente Donald Trump y su partido solo apoyan una medida provisoria para mantener el financiamiento federal hasta el 21 de noviembre, los demócratas defienden la continuidad y expansión de los subsidios de salud de la Ley de Cuidados Asequibles, que hoy benefician a 24 millones de estadounidenses.
La estrategia apunta directamente a las elecciones legislativas de noviembre de 2026, cuando estará en disputa el control de la Cámara de Representantes y del Senado.
En la visión demócrata, la narrativa de que los republicanos provocaron la paralización al intentar recortar beneficios de salud podría convertirse en un poderoso recurso electoral. Portavoces del partido afirmaron que esta postura costará caro a sus adversarios en las urnas. El movimiento también representa una inversión histórica, ya que en impasses anteriores el shutdown estaba asociado a demandas republicanas de reducción del gasto o construcción del muro fronterizo.
Del otro lado, los republicanos cuentan actualmente con una ajustada mayoría de 219 a 213 escaños en la Cámara y 53 a 47 en el Senado. Aun así, la disputa por la Cámara debería ser reñida, mientras que en el Senado los republicanos tienen ventaja, ya que defenderán pocas bancas en estados competitivos. Para conquistar la mayoría, los demócratas no solo necesitan retener escaños en estados como Georgia y Michigan, sino también imponerse en contiendas disputadas en Maine, Carolina del Norte e incluso en bastiones republicanos como Ohio, Iowa y Texas.
Las encuestas de opinión muestran hasta ahora una mayor tendencia a culpar a los republicanos por la paralización, algo que líderes demócratas como Chuck Schumer explotan al acusar a Trump de ampliar el sufrimiento de la población. Pero no todos en el partido están confiados; estrategas como Mark Penn advierten que la táctica podría salirles mal y perjudicar a los demócratas en las urnas. Para los republicanos, como el presidente de la Cámara, Mike Johnson, el shutdown revela el desinterés de la oposición por el dolor real de personas reales, en una disputa en la que ambos bandos ponen a prueba la narrativa más eficaz de cara a 2026.



