La siderúrgica Acindar, controlada por ArcelorMittal, profundizó las suspensiones en su planta de Villa Constitución ante la caída de la construcción, la debilidad industrial y la competencia del acero subsidiado de China.
Mientras versiones gremiales hablan de hasta 400 o 600 operarios afectados, la empresa sostiene que son 200, que cobran el 75% del salario y que no habrá despidos, aunque advierte que el esquema podría repetirse hacia fin de año.
La firma, que ya redujo personal mediante retiros voluntarios, opera al 50% de su capacidad y enfrenta un panorama crítico en el sector de laminados, reflejo de una crisis siderúrgica regional que también golpea a Ternium en San Nicolás.



