Las ventas de soja por parte de los productores argentinos registraron el ritmo más lento de los últimos 11 años, a pesar del relajamiento de los controles cambiarios promovido por el presidente Javier Milei, con la expectativa de acelerar estas negociaciones. Los datos son del Ministerio de Agricultura del país, informó Reuters.
La incertidumbre respecto a la tasa de cambio y el inicio tardío de la cosecha de soja debido a las fuertes lluvias contribuyeron a la lentitud en las ventas. Hasta la semana pasada, el ritmo de comercialización de la oleaginosa ya era el más lento de los últimos diez años.



