Especialistas del INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) indicaron que la ola polar registrada durante las dos últimas semanas en Argentina ayudó a reducir la población de la chicharrita del maíz.
La chicharrita, vector de virus y bacterias causantes del achaparramiento del maíz, es un insecto proveniente de zonas tropicales. Es decir, no le gusta el frío, sentenció Fernando Ross -investigador del INTA Barrow.
Aún así, la plaga tiene la capacidad de sobrevivir si es expuesta a 5 grados bajo cero durante 24 horas. Sin embargo, se alimenta y se reproduce en plantas de maíz, cultivo que no está disponible en el invierno. En definitiva, la plaga se enfrenta a un escenario complejo en esta época, explican los investigadores.
De otro lado, en la región centro de Santa Fe la ola polar, las heladas y los días de temperaturas por debajo de lo normal durante estas dos semanas consecutivas afectaron la supervivencia de los adultos de chicharrita que se encontraban activos en los refugios invernales.