La Cámara de la Industria Aceitera Argentina (Ciara) indicó que la importación temporaria de soja permite reducir la caída del uso de la capacidad instalada debido a la menor cosecha por la sequía.
«El faltante de materia prima encendió todas las luces de alarma en la molienda. Para este año, calculamos que si no existiera la admisión temporaria de soja desde países vecinos la industria dejaría de operar durante muchos meses», dijo CIARA en un hilo publicado en Twitter.
La Cámara explicó que el nivel de molienda será el más bajo en los últimos 18 años. Esta caída no hace más que confirmar el espiral descendente de la industria: en 2021 se procesaron 41,2 millones de tn y en 2022 retrocedió a 37,2 millones.
Agregó además, que en los últimos cinco años, las importaciones temporarias de poroto promediaron las 4,6 millones de tn. «El incremento proyectado en las compras temporales de soja permiten mantener empleo industrial en el país y mantener encendida la principal industria generadora de divisas», dijo la entidad, justificando la importación.
Desde SAFRAS & Mercado explicaron los analistas que Argentina «debió salir al mercado para obtener la materia prima para luego industrializarla, en medio de una crisis económica que impacta no solo en la comercialización local de la oleaginosa sino también en el uso de divisas para importaciones».
«Ya con 3 millones de toneladas aproximadamente en los primeros meses del año 2023, ya se observa el gran ritmo que presentan las importaciones por el quiebre productivo sucedido en Argentina y que debe continuar así para poder sostener la actividad industrial y las exportaciones de los subproductos», indicó el analista Bruno Todone.
De acuerdo con Todone, la estimación total para la campaña corriente es de 10 millones de toneladas, un numero histórico y sorprendente para Argentina ya que es uno de los principales productores de la oleaginosa a nivel mundial.